Un matrimonio mexicano parece estar tocando a su fin. La situación que viven no es buena, pues en casa se ha instalado el desamor y el aburrimiento, lo que está afectando a Juliancito, el pequeño de la casa y el que peor lo pasa.
Los padres de Juliancito siempre están de mal humor, enfadados entre ellos, por lo que la convivencia se va enrareciendo. Eso hace que aparezcan los primeros insultos y que no tarden mucho en aparecer los golpes.
Entonces llegan las denuncias y la lucha por la custodia de Juliancito, lo que lo complica todo aún más, pues esa lucha legal sólo sirve para provocar situaciones que los dañan a los tres, con heridas en los sentimientos que a diferencia de las heridas físicas, no sanan.
Las demandas provocan un daño irreparable, un daño que como siempre el que más lo acusa es el pequeño Juliancito, que quedará traumatizado para siempre.
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